La parroquia Madre de las misiones está ubicada en la Diócesis de Fontibón entre las avenidas Boyacá y Cali y Eldorado y La Esperanza.
La Diócesis de Fontibón tiene, como toda Diócesis debería tenerlo, un Plan Pastoral que debe regir a todas las parroquias.
El nuestro fue concebido para ser realizado en tres etapas de tres años cada una o sea nueve años.
Primero hubo una etapa introductoria en la que se realizó la Misión DUF (Diócesis Urbana de Fontibón).
En el 2016 comenzó la primera etapa con el primer año dedicado al Encuentro y la Misericordia y el lema fue: “Movidos por el Espíritu Santo, misericordiosos como el Padre y cercanos como Jesús”.
El segundo año de la primera etapa, el 2017, se dedicó al Perdón y la Reconciliación y su lema fue: “Dejémonos reconciliar con Dios y con los hermanos”.
El tercer año, el 2018, está dedicado a la Relación y el Diálogo y su lema es: “Hoy me hospedaré en tu casa”.
El lema está tomado del evangelio de San Lucas (19,5) la escena de Zaqueo subido en el árbol viendo pasar a Jesús y Jesús que le dice: “Zaqueo, baja pronto que hoy tengo que hospedarme en tu casa”.
Sin embargo, ese es solo el comienzo de una historia de conversión radical, que es lo que nos interesa.
Nuestra parroquia, ya desde el comienzo del año litúrgico, es decir cuatro semanas antes de la navidad, empieza a manejar el lema y a aplicarlo a todas las celebraciones contextualizándolo.
Se elaboran dos franjas grandes con el lema que se ubican, bien visibles, una en el exterior y la otra en el interior del templo. En adviento las reflexiones se procura referirlas siempre al lema y tanto el pesebre como la novena de navidad llevan esa misma temática.
El pesebre este año, por ejemplo, tuvo como plataforma el mapa de Colombia en el que se ubicaron fotografías de escenas, unas negativas con la esperanza de que la visita de Jesús nos ayude a transformarlas en las correspondientes positivas, que aparecían también en su ilustración gráfica. Sobre el fondo el paisaje era Modelia, nuestro barrio, también en su doble panorama negativo y positivo. Las frases repetitivas iban de lo macro a lo micro: Jesús se encarnó y se hospedó entre nosotros, en el mundo; hoy me hospedaré en Colombia; hoy me hospedaré en Modelia; hoy me hospedaré en tu casa; hoy me hospedaré en tu corazón.
Pero si nos quedáramos en esas frases no pasaría de tratarse de consideraciones piadosas. Así como lo importante del episodio evangélico vino cuando la presencia de Jesús, y seguramente su conversación en casa de Zaqueo, provocó en este pecador público un cambio radical con una reparación significativa: “Mira, Señor, voy a dar a los pobres la mitad de lo que tengo; y si le he robado algo a alguien, le devolveré cuatro veces más”. Así mismo ese Jesús, que deseamos se hospede en Colombia, en Modelia, en nuestra casa, en nuestro corazón, debería convulsionar todo nuestro estilo de vida para sanarnos del egoísmo, la corrupción y las profundas desigualdades que se dan en todos estos ámbitos entre nosotros que nos ufanamos de ser discípulos de Jesús por el bautismo.
P. Orlando Hoyos Z.
Párroco